Dios es verdad




“En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, Jehová, Dios de verdad” Salmo 31:5

David declara su confianza en Dios, le invoca y se dirige a él con tanta seguridad que habla como si ya gozara del favor que solicita. Según Lucas 23:46 estas fueron las últimas palabras de Jesús en la cruz. 

Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: —Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Habiendo dicho esto, expiró. Lucas 23:46

También fueron las últimas palabras de Esteban:

Mientras lo apedreaban, Esteban oraba y decía: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Hechos 7:59



El salmo 31:5 nos enseña que Dios es verdad, (heb. Zemeth), "algo firme, sólido, válido, auténtico"; (gr. aletheia). Según los clásicos griegos: "no ocultación" (a-lthes) o "lo visto, expresado, indicado como realmente es". Según el NT: "lo que tiene certidumbre, certeza, fuerza" o "aquello en que se puede confiar”. (wikicristiano.org)
David ha depositado toda su confianza en la firmeza y solides de carácter de Dios, por lo que ha puesto su espíritu bajo su protección, Dios es alguien en quien se puede confiar siempre, lo cual no puede decirse del ser humano. Por ello le agradece por haber sido librado antes de que acontezca, ¡Tanta es la confianza que siente en Dios, que ya se siente libre del peligro! Así como David, nosotras podemos sentirnos seguras de que en el Señor tenemos nuestra roca firme,  nuestro redentor, por lo que podemos venir a él con confianza, derramar nuestros corazones ante Dios, y creerle cuando nos dice en su palabra que nuestro espíritu está seguro en sus manos.

Oración: Señor tu eres Dios de verdad, tu palabra es verdad, te has mostrado como realmente eres y te alabo y agradezco el que pueda tener la certeza de que estarás conmigo siempre, no importa lo que tenga que atravesar en el mundo, mi espíritu está en tus manos.

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