Como un padre compasivo



“Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos”. Salmo 103:13



A pesar de las circunstancias difíciles que vienen a nuestra vida, que estémos atravesando, o que hayan marcado nuestro pasado, podemos estar seguros  de contar con la misericordia y compasión de Dios. Tal vez alguien quiera cuestionar el accionar de Dios al ver tanto dolor y sufrimiento en el mundo, sucesos que tienen que a travesar los hijos de Dios que son difíciles de entender y muchas veces no hay una explicación para ello, sino que simplemente pasan, porque estamos en un mundo corrompido por el pecado.

Pero su palabra nos dice que el Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. (salmo 103:8).  Es por eso que a pesar de merecerlo, el ser humano aún no ha sido destruido, pues Dios quiere la oportunidad al hombre de acercarse a él. 

La compasión de Dios le permite entender nuestros sentimientos,  el llora con nuestro dolor, desea aliviarlo, nos consuela y arrulla  en sus brazos, como lo haría un padre con su hijo que cae y se lastima. El Señor es compasivo, pero su compasión no es para todo el mundo, el versículo 13 dice que su compasión es para los que le temen, ya que los que temen a Dios adquieren la condición de hijos, así que una vez reconocimos nuestra condición de pecado, nos arrepentimos  y confesamos que Jesús es nuestro Salvador. Adquirimos una nueva condición, la condición de hijos de Dios y podemos contar con su compasión que es una extensión de su amor.

Para algunas personas quizá sea difícil aceptar la imagen de Dios como un padre amoroso y compasivo que desea evitar su sufrimiento o aliviarlo, porque nunca contaron con la figura de un padre en sus vidas, o porque sus padres nunca tuvieron una relación sana y saludable con ellos, tal vez esa persona que debía cuidarlos es la persona que más dolor le causó, y al escuchar o leer en la biblia que Dios es como un padre inconscientemente lo asocian con la figura distante que era para ellos su padre terrenal, pero incluso para esas personas que nunca supieron lo que es contar con un padre amoroso y compasivo en sus vidas, Dios está ahí, Dios quiere suplir todo el amor y seguridad que nunca le dio su padre terrenal, y lo mejor es que Él no nos defrauda.

Oración: Padre, gracias te doy por estar presente en mi vida, porque puedo contar con tu amor y misericordia, gracias por cuidarme y consolarme cuando lo necesito, ayúdame a aferrarme a la certeza de que tú eres un padre compasivo para mí.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Job 28: Temer a Dios

Job 39: La sabiduría de Dios y su poder dador de vida

Job 40: La lección del hipopótamo