Dios dice: "Eres completo"




“Y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud”. Colosenses 2:10



Al entregar nuestra vida a Cristo que tiene todo poder y autoridad sobre todo lo que existe, recibimos su plenitud, es decir por medio de él alcanzamos la máxima perfección o desarrollo. No es que seamos ya perfectos, sino que en Cristo cada día somos perfeccionados. Somos  obras completas y terminadas, y es por medio de su trabajo en nuestro ser que podemos gozar de una vida plena.

Si en este momento  no sientes que estés viviendo una vida que refleje la plenitud de Cristo, es porque no estás permitiendo que él  te llene, tienes que vaciar tu corazón de todo lo que te impide gozar de la plenitud divina. La llenura del Espíritu se manifiesta en una vida rendida completamente a su voluntad, pregúntate: ¿le estoy dando el tiempo necesario al estudio de su palabra? ¿Oro constantemente para estar en comunicación directa con Dios? ¿Tengo una sana comunión con el cuerpo de Cristo para fortalecerme espiritualmente? 

No podemos llevar una vida plena si no vamos a la fuente misma de la plenitud, no podemos vivir en victoria si permitimos que las redes de este mundo sigan enredándonos, las voces del mundo constantemente nos dicen que no somos adecuados, que no somos “suficiente”,  el mundo quiere tratarnos como productos desechables, pero la palabra de Dios nos enseña que en Cristo somos personas completas, no solo suficientemente buenas, sino perfectas ¿por qué permitir que el mundo te haga sentir lo contrario?




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