Esperanza para un pasado imperfecto




En estos últimos meses, ha sido muy difícil dedicar un tiempo para escribir, por mi trabajo, pero ahora que se me dá la oportunidad, quiero aprovechar para compartir con ustedes un devocional que escribí hace unas semanas:

Dios usa todas las circunstancias de nuestras vidas, las buenas y las malas, como preparación para lo que hará en nosotros y por medio de nosotros. Todo lo que nos sucede es una oportunidad para que Dios nos consuele y nos capacite para consolar a otros. Lee 2 Corintios 1:3,4;  y Romanos 8:28.


3Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, 4quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. 2 Corintios 1:3,4.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman. Los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Romanos 8:28

El Señor es un Padre misericordioso y Dios de toda consolación. Él nos consuela  en nuestros sufrimientos con el fin de que podamos consolar a todos los que sufren.

Dios dispone, todas las cosas para el bien de quienes lo aman. 

En medio de nuestros sufrimientos recibimos consuelo de Dios para que de esa misma forma podamos consolar a todos los que sufren por medio de nuestras experiencias y testimonio. Todas las cosas “buenas o malas” tienen un propósito perfecto, todo ha sido planeado por Dios para nuestro bien. Esto es una realidad en la vida de los que hemos sido escogidos por y para Dios
De acuerdo a lo estudiado ¿Qué demanda la escritura de cada uno de nosotros?

1.         Aceptar el hecho de que si bien todo ha sido planeado por Dios para nuestro bien, no significa que después de Cristo, en la vida no habrá sufrimientos, lo constatamos en la historia de Pablo, cuando él escribió 2 Corintios estaba atravesando por tribulación. Mientras estemos en este mundo los sufrimientos serán parte de nuestra vida pero aun así tenemos el consuelo de saber que todo tiene un propósito perfecto. Y aunque no todo sea bueno, finalmente todo redunda para bien.



2.         Esto es una realidad en la vida de los escogidos por y para Dios, y aunque para muchas personas sea difícil comprender por qué Dios escoge a algunos y otros no, la verdad es que como pecadores (naturaleza caída) todos somos merecedores de muerte y es por su misericordia, compasión y benevolencia que algunos hemos sido escogidos para salvación.

3.         Puede ser que en un futuro inmediato no entendamos el propósito de nuestro sufrimiento, pero es la forma en que enfrentamos la vida la que testifica de nuestra fe y amor a Dios, nuestras experiencias sirven de consuelo a las personas que atraviesan por situaciones similares a las nuestras, Dios desea que de la misma forma que él mostró misericordia hacia nosotros, que nosotros podamos compadecernos y consolar a nuestro prójimo

Muchas de nuestras tribulaciones o sufrimientos, tienen sus raíces en la forma en que nos relacionamos con nuestra familia, las experiencias del pasado afectan como enfrentamos la vida en el presente y como nos relacionamos con los demás. Aunque en mi contexto familiar no tuve malas experiencias si las tuve fuera de mi hogar, experiencias que afectaron la forma en que me percibía, y que me limitaban a la hora de querer relacionarme con los demás. Fue hasta que le entregué a Dios esa carga, y acepté que fui escogida por él para él, y que todo tiene un propósito perfecto que el pasado dejó de ser una carga y una limitante para que pueda relacionarme de manera constructiva con los demás.

Quizá estés comenzando a comprender algunas de tus   limitaciones  con más claridad. Escribe una oración de gratitud por tus experiencias del pasado, aún las más difíciles. Este es el siguiente paso para reformar la manera en que percibes tu imagen

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