Job 40: La lección del hipopótamo




Hola amigas, estamos finalizando el libro de Job, del cual para ser sinceras, necesitaríamos estudiarlo versículo a versículo para extraer toda la riqueza que contiene, cada capítulo posee muchas enseñanzas, en las cuales no hemos podido profundizar por el tiempo. Ahora he querido centrarme en dos aplicaciones que encontré en mi estudio del capítulo 40, la primera aplicación la encuentro en los primeros cinco versículos que dicen:


1 Además respondió Jehová a Job y dijo:
2 « ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente?
¡Responda a esto el que disputa con Dios!»
3 Entonces respondió Job a Jehová y dijo:
4 «Yo soy vil, ¿qué te responderé?
¡Me tapo la boca con la mano!
5 Una vez hablé, mas no replicaré más;
aun dos veces, mas no volveré a hablar.»
(Vs.1-5)


En estos versos encontramos la siguiente verdad: Dios es Todopoderoso y no es de sabios pelear con él. El hombre que disputa con Dios demuestra falta de sabiduría y buen juicio, porque evidencia que no es capaz de medir la superioridad de su oponente en comparación con su propia insignificancia, es decir, ¡nadie con buen juicio pelea con alguien cuando sabe que no es capaz de ganar o por lo menos dar una buena pelea! Job reconocía esto y lo expresa diciendo: Yo soy vil, ¿qué te responderé? ¡Me tapo la boca con la mano! Job tenía bien claro cuan insignificante era en comparación de Dios, es por eso que al escuchar a Dios decirle que era contra él que estaba peleando fue como recibir una sacudida o una bofetada de Dios mismo, sin darse cuenta probablemente, Job había caído en una actitud de queja y reclamo, ¡Job estaba disputando con Dios mismo! Job era un hombre justo, así que las palabras de Dios debieron hacerlo reaccionar y reconocer cuan insignificante era, y cuanta arrogancia había demostrado al reclamar a Dios por la situación que estaba atravesando.


Yo he escuchado a muchas personas decir: “Yo me pelee con el Señor” ¡Que peligroso es expresarse de esa manera! ¿Cómo siquiera pensar que Dios no tome en cuenta esa falta de humildad de parte nuestra?


También me hace pensar que debemos tener cuidado con nuestras actitudes, al atravesar situaciones difíciles, ya que tal vez no lleguemos a expresarlo con nuestra boca, pero con nuestras actitudes podemos estar demostrando enfado, desacuerdo con la voluntad de Dios; ¡incluso podemos llegar a demostrar con nuestra actitud que condenamos a Dios y lo culpamos por nuestro sufrimiento!


A lo que de acuerdo a lo expresado en los versículos siguientes, solo si fuéramos capaces de salvarnos por nuestra cuenta y hacer todo lo que Dios con todo su poder hace tendríamos derecho; pero sabemos que eso es imposible por lo cual es una necedad.


La segunda aplicación que quiero resaltar del estudio de este capítulo la encuentro en los versículos 19 y 20:

19 Él es el primero entre las obras de Dios,
y solo el que lo hizo puede acercar a él la espada.
20 Ciertamente para él producen hierba los montes,
donde retozan las bestias del campo.
(vs. 19,20)



A partir del v.15 hasta el final del capítulo, encontramos una ilustración  de la manifestación del poder de Dios y lo tonto que es para el hombre tratar de oponerse a ese poder, esta ilustración la encontramos en la descripción  de una criatura, tal vez un monstruo legendario, el cual recibe el nombre de Behemot. Estuve leyendo un poco acerca de esta criatura, y quiero destacar lo siguiente:


El término “Behemot”, ha sido considerado: 1) un derivado de una palabra egipcia cuyo significado literal es “buey acuático”, 2) una palabra posiblemente de origen asirio que significa “monstruo” y 3) un plural intensificado del vocablo hebreo behe·máh (bestia; animal doméstico) que, según se cree, significa “bestia grande” o “bestia gigantesca”. (Biblioteca en línea Watchtower)


Las referencias en la Biblia sugieren que el termino  Behemot se refiere a un hipopótamo, pero, muchos creacionistas han propuesto que esta inmensa criatura con una cola como un cedro gigante podría ser un gigante dinosaurio herbívoro como el brachiosaurus, (Creationmoments.com) un dinosaurio de aguas por algunos detalles en su descripción que parecieran no concordar con la morfología de un hipopótamo.  Su nombre aparece en varias leyendas hebreas y durante la edad media se le atribuyo su nombre a un demonio. 


Fue el biólogo Michael Bright quien indica que la referencia a su “cola como cedro” en realidad alude a la forma de brocha de sus ramas, la que se asemeja a las colas de los elefantes e hipopótamos modernos. (Wikipedia.org)


La verdad es que es indiferente si esta descripción que hayamos aquí corresponde a un dinosaurio o a un hipopótamo, lo que es realmente interesante es lo que Dios dice sobre él: Él es el primero entre las obras de Dios, (v.19a) Dios le dice a Job que el Behemot o el hipopótamo  fue la primera criatura creada (Gen.1:21) y como su creador se atribuye todo derecho a decidir el futuro de su especie: y solo el que lo hizo puede acercar a él la espada. (v.19b) Dios creo a los animales para que habitaran la tierra, con el fin de deleitarse con ellos, los animales le pertenecen y no tenemos derecho a destruir su obra, solo el Creador puede decidir que especies dejarán de existir sobre la tierra, para ello ideo un mecanismo al cual los biólogos llaman selección natural.


Cuando una especie desaparece por interferencia del ser humano, rompemos el orden ideal que Dios ha establecido, esto como consecuencia de nuestro pecado. Es el pecado lo que hace al hombre destruir lo que no comprende y no controla, es el pecado lo que hace encontrar disfrute en destruir lo que Dios ha creado.


Ciertamente para él producen hierba los montes, donde retozan las bestias del campo. (v.20) Dios tiene cuidado de sus criaturas, les provee de las adaptaciones necesarias para que subsistan en los hábitats que ha escogido para ellos, ¡El hizo el diseño, y todo lo hizo perfecto!


Algo más sobre los hipopótamos: Es el quinto animal terrestre más grande del mundo, pueden vivir en el agua o desplazarse por tierra, y su densidad relativa les permite hundirse y andar o correr bajo el agua por el fondo de los ríos. A pesar de ser unos animales de aspecto rechoncho, con su gran torso en forma de barril, en tierra pueden correr más rápido que un ser humano. Los hipopótamos son animales agresivos; los adultos son hostiles incluso con los cocodrilos, que a menudo viven en los mismos ríos y lagunas, especialmente cuando sus crías están entre el grupo.  Son muy agresivos hacia los humanos y a menudo están considerados como uno de los animales más peligrosos de África (Wikipedia.org) Es su agresividad la que probablemente hizo  que se utilizara al hipopótamo como una ilustración del poder de Dios, oponerse a la voluntad de Dios es igual de tonto que intentar acercarse a un hipopótamo para ponerle una argolla en la nariz.


Pero también encuentro que en el plan de Dios estaba establecido la existencia de toda clase de criaturas, seres vivientes que compartirían su estancia en el mundo con el hombre. Estas criaturas le pertenecen a Él que es su hacedor, y solo su dueño tiene derecho a decidir la suerte de las especies que ha creado, y pienso que es realmente triste pensar que un animal que nos enseña  sobre el poder de Dios desaparezca de esta tierra por la avaricia y maldad del hombre.


 Las imagenes utilizadas fueron tomadas de: http://www.imageneswiki.com/imagenes/hipopotamo-en-el-agua-jpg

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