Job 7: Con el corazón de Dios



 ¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas,  para que pongas en él tu corazón y lo visites todas las mañanas, y a cada momento lo pruebes?
Job 7:17-18 RV95


Job hace una reflexión sobre la dureza de la vida y lo incierto del futuro. En el mundo el hombre está expuesto a las enfermedades y la vejez. El no saber que le depara el futuro le produce pesadillas y el deseo de morir para acabar con su sufrimiento. Tanto trabajo y tanto sufrimiento, para luego morir y ser olvidado, parece no tener sentido. 


Job cuestiona por qué Dios ocasiona tanto sufrimiento a una criatura tan insignificante como él y le pide misericordia.

La vida es dura y el futuro es incierto. Cuando estamos alejados de Dios los problemas de la vida se hacen mucho más difíciles de llevar. Todos estamos expuestos a enfermarnos y a envejecer, es la ley de la vida; la vejez es otra forma de muerte. El envejecimiento o senescencia es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos. 

La muerte y la vejez son dos de las más grandes preocupaciones del hombre, tanto que la vejez ha sido un tema de estudio e investigación, nadie quiere envejecer y es porque nadie quiere morir.
La ciencia en su intento de evitar la muerte ha logrado aumentar la esperanza de vida del ser humano, pero la realidad es que no existen los inmortales. Y si a eso le agregamos las preocupaciones que causan las enfermedades, la  escasez del dinero, los acontecimientos actuales, etc., podríamos llegar a pensar y decir igual que Job: Tanto trabajo y tanto sufrimiento no tienen sentido; pero nuestro sentido nos lo da Dios. 

La Biblia dice: Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse (Romanos 8:21), Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (v.28).

Job no podía ver el propósito de su sufrimiento, probablemente nosotros en el momento tampoco podamos ver el propósito de nuestro sufrimiento, pero si estamos con Cristo tenemos la certeza de que nada podrá separarnos de su amor (v.35), que los frutos de nuestra tribulación son la paciencia y esperanza (Romanos 5:3-5) haciendo que nuestra relación con él sea más estrecha.

Oración: Señor, te adoro porque a pesar de lo duro de la vida, puedo contar con que tu corazón está conmigo, perdóname si alguna vez te he cuestionado; ayúdame a creer en tus promesas y a vivir tranquila

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