Dios es fiel





“porque recta es la palabra de Jehová y toda su obra es hecha con fidelidad. Salmo 33:4

El salmo 33 es un himno o canto a Jehová, que gobierna todas las cosas con sabiduría, justicia y amor. En el v.4 se alaba  la rectitud de la palabra de Dios y la fidelidad con la que actúa.


Los primeros versos de Éxodo 34 están centrados en la renovación del pacto entre Dios y el hombre; como cumplimiento al mandato de Dios, Moisés prepara nuevas tablas en reposición de las que quebró, las preparó y subió al monte Sinaí cuidando de hacer justo como se lo había indicado Dios. Ahí Jehová pasa por delante de él, lo que lo hace exclamar las palabras que se encuentran en los vs. 6 y 7: — ¡Jehová! ¡Jehová! Dios fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande en misericordia y verdad Éxodo 34:6. Todo como preámbulo a la petición de Moisés; él quiere que Dios perdone el pecado de Israel y renueve su pacto con ellos, cosa que el Señor acepta. 


Lo que nos enseñan estos dos pasajes sobre Dios es:


1-      Su palabra es recta

2-      Su obra es hecha con fidelidad

3-      Jehová es Dios fuerte

4-      Es misericordioso

5-      Piadoso

6-      Tardo para la ira

7-      Grande en misericordia y verdad.




El hecho de que la palabra de Dios sea recta y haya fidelidad en sus obras, debe movernos a alegrarnos y alabarlo utilizando las habilidades  que nos ha dado. Es decir que nuestro corazón debe ser movido a su alabanza por gratitud. Sobre el salmo 34 me llama la atención que sea un cantico escrito exclusivamente para esa ocasión, este es un ejemplo de la importancia que tiene la alabanza para Dios, no basta solo con cantar, hay que hacerlo bien, lo que cantamos, lo que dedicamos a Dios como alabanza, debe estar centrado en las escrituras, vale la pena preguntarnos ¿Qué tanto de lo que cantamos en nuestras congregaciones tiene fundamento bíblico? ¿Y en mi tiempo personal con Dios, dedico tiempo para la alabanza? 


El otro punto interesante es que en Éxodo 34 podemos notar en Moisés una actitud de adoración y humillación ante Dios, que le hizo merecedor de su gracia. Cuando estamos a solas con Dios, ¿le adoramos y nos humillamos ante Él reconociendo su grandeza  o es más nuestro tiempo devocional una rutina en la que vaciamos ante Dios una lista de peticiones que esperamos conceda?


La escritura demanda de parte nuestra que reconozcamos la rectitud de la palabra de Dios y su fidelidad en su obrar, que reconozcamos que Jehová es un Dios fuerte, misericordioso, piadoso, paciente, honesto; y que ese reconocimiento nos lleve a tener una actitud humilde ante Dios, que con sinceridad le adoremos así como lo hizo Moisés, que utilicemos las habilidades que nos ha dado para alabarlo, como nos enseña el salmo 33, y que nuestra alabanza debe ser original.


Los salmos nos enseñan el valor que tiene el registrar nuestra alabanza a Dios para recordar sus misericordias.


El hecho de que Dios sea fiel en el cumplimiento de sus promesas, debe movernos a pensar en que cuando él dice que “hace todo nuevo”, eso es así. Al ver la historia de Israel, es increíble como a pesar del mal obrar del pueblo, Dios estuvo dispuesto a renovar su pacto con ellos, debido a la oración de Moisés; esto nos enseña cuán importante es la oración intercesora.

Es probable que haya momentos en nuestra vida que no sea tan fácil alabar, pero hay un gran poder en la alabanza, fuimos creados para ese fin, y en el proceso de alabar a Dios, nosotras mismas estamos siendo renovadas, en lugar de enfocarnos en las ideas y pensamientos que destruyen nuestra imagen, es mejor centrarnos en la alabanza a Dios y la intercesión por otros.





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