"Eres mi heredero"

“Y, si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues, si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria”. Romanos 8:17

Según el diccionario, un heredero, es aquella persona que adquiere el dinero, los bienes materiales y obligaciones de la persona que le hereda. Es decir, adquiere derechos pero también responsabilidades.

Si el Espíritu Santo ha tocado tu vida, Dios es tu Padre y eres coheredero con Cristo, adquiriendo las mismas garantías, los mismos derechos y las mismas responsabilidades de Cristo, todo lo que implica ser hijo de Dios. Puedes  estar seguro de que ser hijo de Dios cuando el Espíritu mismo le habla a tu espíritu y te da la certeza de que así es. 

Si tenemos la certeza de ser hijos de Dios y sus herederos; ¿Qué más queremos de la vida? Dios nos lo ha dado todo ya, ¿por qué vivir afanados, intranquilos por el mañana cuando ya lo tenemos todo?   ¿Por qué vivir en derrota?

Ser herederos de Dios también significa que debemos preocuparnos de vivir según el Espíritu, sacrificando cada día nuestra naturaleza pecaminosa. El deseo de vivir agradando al Padre, es una muestra de que el Espíritu está obrando en nuestro interior. No podemos pensar que somos hijos de Dios y seguir viviendo de la misma forma en que lo hemos hecho siempre.

Si eres hijo de Dios al igual que yo, debes vivir con gozo sabiendo que el Padre comparte con nosotros todos sus tesoros,  pídele  al Espíritu  que te de fortaleza y determinación para cada día manifestar en tí, el carácter del Padre como su Hijo Cristo.