¿Cómo formaron tus padres tu autoretrato?




Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. Mateo 5: 14-16

Hace unos meses escribí un artículo dirigido a los padres que se titulaba “seamos ejemplo para nuestros hijos” basado justamente en este pasaje, ahora, nuevamente lo retomo pero hoy quiero hacer una reflexión sobre como el ejemplo que vimos en nuestros padres modeló nuestras vidas fueran ellos conscientes de ello o no.


Claramente el objetivo del pasaje es indicarnos cómo nuestro testimonio como cristianos permite que el nombre de Nuestro Padre sea glorificado por aquellos que viendo nuestra conducta son motivados a alabar a Dios. La escritura nos dice que el cristiano no solamente es luz del mundo sino también en su hogar, el propósito de ser luz es alumbrar a todos los que están cerca de nosotros, no se puede esconder una ciudad que está en lo alto de una colina, como tampoco se enciende una luz para ocultarla en un cajón. La palabra nos manda hacer brillar nuestra luz en nuestra casa y fuera de ella para que el nombre de Dios sea glorificado.


Pero en términos prácticos ¿qué quiere decir hacer brillar nuestra luz? Implica la forma en como nos relacionamos con los demás, pues la manera en que tratamos y nos relacionamos con los demás refleja también como anda nuestra relación con Dios.
Josh McDowell en su libro “Mírate como Dios te mira” indica que los padres que tienen una relación íntima con Jesucristo están ayudando a comprender que Dios los ama y los valora, vale la pena que nos preguntemos ¿Qué modelo me brindaron mis padres en cuanto a su relación con Dios? ¿Fue positivo o negativo? ¿Afectó esto la forma en que percibo mi imagen? ¿La forma en que me relaciono con los demás está marcada por el ejemplo que vi en mis padres? 



Es probable que para muchos, lo que vieron en sus hogares no sea justamente el ideal bíblico de un hogar cristiano, Dios representó nada más un calendario de actividades religiosas ocasionales; y también estamos los más afortunados que por la misericordia de Dios recibimos un modelo positivo que nos permitió conocer a Dios y cultivar una relación íntima con él desde una edad muy temprana. En mí caso el amor y dirección espiritual de mis padres me ha ayudado a superar muchos de los obstáculos que enfrenté en el desarrollo de mi personalidad.


Si tú eres de las que no experimentaron tener un modelo sano, objetivo y positivo de tus padres, si no recibiste la luz que necesitabas en tu niñez y adolescencia, y reconoces que ahora en tu vida adulta hay muchas situaciones  en tu personalidad y en la forma en que te percibes que obstaculiza que tengas buenas relaciones con tu familia y con las demás personas que te rodean no todo está perdido. Con esto no quiero decir que toda la culpa sea de tus padres, pero al menos nos permite entender desde el punto de vista de la Biblia, que muchos de nuestros problemas de relaciones provienen de lo que aprendimos de nuestros padres. Ese es el primer paso para la sanidad interna, y la reconstrucción de nuestra imagen.


El ser confrontadas con el hecho de que somos luz y sal nos reta a trabajar porque nuestro estilo de vida, el modo en cómo nos relacionamos con los demás, especialmente los de casa, demuestre lo que el evangelio ha hecho y sigue haciendo  en nuestras vidas.


Oración: Padre, me has llamado a ser sal y luz a otros, como mis padres lo fueron conmigo, que pueda yo brillar para que otros te glorifiquen. Amén

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