Cómo podemos reflejar a Dios en nuestras vidas
El sábado 19 de noviembre, asistí al segundo congreso de mujeres organizado por el ministerio femenino de la iglesia EZEL MCA, de Ciudad Delgado. El tema del congreso fue: "Mujer con un corazón sano, reflejo de Dios".
Al mismo asistieron como invitadas mujeres de las iglesias Esmirna de Apopa, y Nazaret de San Salvador. La conferencista Linda Adcock nos compartió su testimonio, de como a los 45 años, Dios restauró su vida después de dos divorcios y un aborto espontáneo.
Linda, madre de tres hijos, reconoció que fue la motivación de sus hijos lo que la impulsó a acercarse a Dios y a la iglesia, cuando ella no tenía ningún interés en hacerlo, a pesar de las duras experiencias que había atravesado en su juventud.
Aquí un poco de lo que Linda nos compartió en el congreso:
La palabra corazón se menciona 775 veces en la Biblia y podemos atribuirle tres funciones:
1 - Físico: Controla el flujo de la vida.
2 - Emocional: Filtro de nuestras percepciones, emociones y sentimientos; influye en nuestro proceso de toma de decisiones.
3 - Espiritual: Conciencia, determina nuestras convicciones.
1 - Físico: Controla el flujo de la vida.
2 - Emocional: Filtro de nuestras percepciones, emociones y sentimientos; influye en nuestro proceso de toma de decisiones.
3 - Espiritual: Conciencia, determina nuestras convicciones.
En el transcurso de nuestra vida nuestro corazón está expuesto a la influencia de tres voces:
1. La voz del espíritu humano ( carne). Galatas 5:16-21
2. La voz del enemigo (Satanás y sus servidores). Génesis 3; 4: 6-7
3. La voz del Espíritu Santo. Galatas 5:22-26; Efesios 4:17-32
1. La voz del espíritu humano ( carne). Galatas 5:16-21
2. La voz del enemigo (Satanás y sus servidores). Génesis 3; 4: 6-7
3. La voz del Espíritu Santo. Galatas 5:22-26; Efesios 4:17-32
La condición actual de nuestro corazón depende de la condición de nuestra relación con Dios. Para tener un corazón sano que refleje a Dios, nuestro actuar diario debe ser como el de Cristo; es necesario que sustituyamos las obras de la carne por el fruto del Espíritu, y vestirnos con la armadura de Dios, ( Efesios 6:10-20).
Directiva del ministerio de Mujeres, Iglesia EZEL MCA |
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