Job 17: Cuando falta compasión



3 Sé tú, Dios, mi fiador, y sea junto a ti mi protección;
porque ¿quién, si no tú, querría responder por mí?
4 Pues del corazón de estos has escondido la inteligencia
y, por tanto, no los exaltarás.
5 ¡Desfallecerán los ojos de los hijos
del que por recompensa denuncia a sus amigos!
Job 17:3-5

Aquí encontramos una reflexión de Job  sobre las duras  palabras de censura que le han dirigido sus amigos y, al verse a sí mismo agonizante, suplica  a Dios que se apresure a salir a favor de él, pues los enemigos le hacen injusticia y él no sabe cómo defenderse a sí mismo (2-7)

También Job describe con ironía la forma en que ellos se comportan con él (8-10)
Y finalmente reflexiona sobre las varias esperanzas que había alimentado y que ahora ve definitivamente tronchadas (11-16)

Pero en los versículos 3 al 5 Job se dirige directamente a Dios y luego lanza una advertencia y acusación a sus amigos.

Primero se dirige a Dios, para pedirle que salga fiador de él. Es decir que responda por él, que lo proteja de los ataque de sus amigos, a su vez razona con él argumentando que no hay nadie más dispuesto a dar la cara por él (v3),  por eso suplica a Dios que sea él quien le dé fianza y protección (Romanos 8:32-33) ¡Gracias a nuestro gran abogado no hay quien pueda condenarnos!


Lo que motiva a Job pedir la intervención de Dios es la poca compasión e inteligencia de sus amigos, por lo cual además afirma que no serán exaltados (v4). Job explica esta falta de compasión de sus amigos, y dice que Dios les ha escondido de su corazón la inteligencia.

Cuando una persona carece de ternura y compasión, es porque le falta inteligencia y comprensión, y al ser insensatos sus acusadores, de seguro que Dios, que ha quitado a sus amigos la sensatez y la inteligencia, también les quitará el triunfo en su tribual.
También les advierte a sus amigos que sus hijos pagarán las consecuencias de la injusticia cometida hacia él, acusándolos de declarar públicamente el estado de Job y atribuirlo al pecado (v5).

De acuerdo a Mathew Henry, la traducción más probable del versículo 5, difícil por la concisión del hebreo es la siguiente: “De reparto habla a los amigos, y los ojos de sus hijos languidecen”. Esto es como un proverbio que Job aplica a sus amigos en sentido metafórico: Los amigos de Job le dan consejos sabios, cuando les falta sabiduría para resolver sus propios problemas.

¿Cuál es la lección que podemos obtener de esto? Lo que podemos apropiarnos es el hecho de que no tenemos mejor defensor que Dios, quien  si somos acusados injustamente  se encargará de defendernos, solo debemos depositar en él nuestra causa.
Si alguien es poco comprensivo con nosotras, solo queda entender y no sufrir por ello (no darle importancia) pero si a nosotras es que nos hace falta compasión, es necesario que se la pidamos al Señor.

No hay que apresurarse a dar consejo, a quien no lo ha pedido, sino podemos resolver nuestros problemas, menos los de los demás.

Oración: Te adoro Señor porque tú eres mi defensor, mi abogado y mi refugio, puedo depositar en ti mis cargas, puedo confiar que levantas mi cabeza en alto cuando soy atacada injustamente, no me entiendan o no sientan compasión por mí, sé que al final tú me darás la victoria  sobre los que me juzgan.
Ayúdame a ser prudente y humilde, para no apresurarme a decirle a otro lo que tiene que hacer ante un problema, si no puedo resolver los propios.

Para meditar:

1-    ¿Has estado en una situación en la que te has sentido juzgada e incomprendida? ¿Cómo reaccionaste?

2-    ¿Crees que te falta compasión para entender los problemas de los demás?

3-    ¿Te has apresurado a dar consejo a quien no te lo ha pedido? ¿Cuál fue su reacción? ¿Alguien ha hecho eso contigo? ¿Cómo te sentiste?

Espero tus comentarios.

Para su Gloria

Becky

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