Más vale una eternidad con Cristo



23 Uno muere en la plenitud de su vigor,
del todo próspero y en paz;
24 sus vasijas están llenas de leche
y sus huesos rellenos de tuétano.
25 Otro, en cambio, muere con el ánimo amargado,
sin haber comido jamás con gusto.
26 Pero ambos por igual yacerán en el polvo,
cubiertos de gusanos.
Job 21:23-26

Los vv 23-25 de Job 21 se están refiriendo a dos tipos diferentes de  malvados, el primer tipo se refiere a aquel malvado que muere en prosperidad, triunfante diríamos hoy día, acumulando riqueza y tranquilo; sin nunca pagar aquí en la Tierra por sus fechorías.

El otro tipo de malvado, es aquel que muere afligido, sin haber tenido paz, este hombre o mujer malvados les toca pagar aquí en la Tierra por una vida llena de maldad.

El v.26 nos dice el destino de ellos, este versículo hace referencia que aunque tuvieron vidas diferentes ambos tendrán que enfrentar la muerte. Yacerán en el polvo, cubiertos de gusanos. No importa las  vidas que hayan tenido, al final tanto el malvado que sufre como el que no morirán.

Como el caso del japonés  Issei Sagawa* que se comió a una holandesa en parís pues su fantasía era devorar a una mujer blanca y robusta, por lo que fue declarado insano y solo pasó 15 meses en un hospital y después, en lugar de recibir el rechazo merecido por la sociedad y enfrentar una pena, se convirtió en una especie de celebridad en Japón, frecuentemente, aparece como comentarista invitado en programas del medio del espectáculo. Al leer esto, cualquiera puede llegar a pensar ¡Que injusto es! ¡Cómo es posible que personas así no paguen lo que merecen por tanta maldad!

Mathew Henry comenta al respeto, haciendo referencia a la enorme desproporción entre el tiempo y la eternidad que, al ser el infierno el destino final de los impíos, y el cielo el de los justos, poco importa si marchamos hacia la eternidad riendo o gimiendo.

Es decir que no importa si en este mundo sufrimos o vivimos en paz, todos moriremos un día, tanto justos como malvados, la diferencia está en lo que sucede después. El justo tiene la certeza que aunque en esta vida sufra, al morir, le espera una eternidad de gozo al lado del Señor; en cambio el malvado, aunque lleve una vida tranquila, después de la muerte, le espera una eternidad de sufrimiento que no somos capaces de imaginar ni describir.



Así que, si hay cosas que te desagraden, injusticias que ves que se cometen en el mundo, o contra ti misma; y quien las comete no es castigado o paga las consecuencias por ello, puedes estar segura que cuando llegue el día de su muerte comenzará a pagar por toda su maldad. Así que no pienses que Dios  hace caso omiso de las injusticias, el siempre salda cuentas, aquí o en la eternidad.

Para meditar:
Al pensar en la gran desproporción entre la vida aquí en la Tierra y la eternidad ¿Tiene sentido vivir tristes o amargadas por las circunstancias difíciles que vienen a nuestras vidas y no podemos cambiar? 

Oración:
Señor gracias te doy por la esperanza de un futuro glorioso junto a ti, ningún sufrimiento es demasiado grande o duradero como para olvidar lo que tú me has dado y has hecho por mí. En el nombre de Cristo Amén

Referencia: * wikipedia (2016)  Issei Sagawa [en línea] artículo disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Issei_Sagawa [Accesado el 26 de Julio de 2016]

Para Su honra y gloria 

con cariño

Becky

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