Job 22: Volver a El
21 Vuelve
ahora en amistad con Dios y tendrás paz;
y la
prosperidad vendrá a ti.
22 Toma
ahora la Ley de su boca
y pon sus
palabras en tu corazón.
23 Si te
vuelves al Omnipotente, serás edificado
y
alejarás de tu morada la aflicción.
Job
22:21-23 RV95
Elifaz le hace un llamado a Job a que recupere su amistad con Dios para vivir
en armonía con él y gozar de bienestar, que haga suya la Ley de Dios, su
Palabra y que la guarde en su corazón, es decir que la tenga presente en cada momento, para aplicarla en cada
circunstancia de su vida.
Elifaz le da un buen consejo a Job, le hace ver que si el busca a Dios
de todo corazón, Dios que es Todopoderoso, su vida será cimentada en él, y la
angustia y desolación no solo lo dejarán a él sino también a los de su familia.
Esta es una bendición que alcanza incluso al hogar de quien busca a Dios.
Aunque nuevamente mal aplicado a Job este consejo tiene un gran valor,
pues encierra una gran verdad, si la persona cumple los mandamientos de Dios y
los tiene presentes en su mente y corazón, su vida está fuertemente edificada
en el Todopoderoso y vive lejos de la angustia. Hay una advertencia implícita
en ello, si la persona hace lo contrario, no cumple la ley de Dios, no guarda
sus mandamientos, sino que hace todo lo contrario alejándose de él, tiene
garantizada una vida de ruina y aflicción.
El mensaje principal que encuentro en estos versos es que la obediencia trae tranquilidad a nuestras
vidas.
Mattew Henry dice al respecto del llamado de reconciliación de Elifaz, es
como si dijese: “No continúes siendo un extraño para Dios, como te has hecho a
ti mismo al arrojar lejos de ti su temor y dejar de acudir a él en oración. Es
un honor para todo creyente el poder acercarnos libremente, por medio de
Jesucristo al trono de Dios del que nos había alejado el pecado, siendo esta
nuestra gran miseria. Romanos 5.1 dice: Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo ¡paz completa!
Una vez hecha las paces con Dios lo que sigue es someterse a su gobierno,
doblar las rodillas, ser sumisas a su voluntad y tomar la firme decisión de vivir rigiéndose por las normas de Dios, que
sean sus Palabras y decretos los que administren nuestras decisiones, nuestro
modo de pensar, de actuar y sentir. Proverbio 3:18 dice: Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y bienaventurados
son los que la retienen.
Volverse a Dios, buscarlo de todo corazón no es un acto de una sola vez,
no es suficiente el haber dejado el pecado, sino que también requiere un
compromiso de luchar diariamente por llevar una vida que honre y glorifique a
Dios.
En lo personal, estos versos le han hablado a mi vida, durante los
últimos años, yo había olvidado lo que es “Volverse a Dios”, había dado por
hecho que todo estaba bien entre Dios y yo, y había dejado de buscarlo con la
misma intensidad, con el mismo afán con que lo hacía hace diez años atrás,
incluso había dejado de tener mi tiempo de oración personal. Mi corazón había
dejado de anhelar la Palabra de Dios y poco a poco había permitido que otras
cosas fueran tomando el lugar que le correspondía a Dios, ¡y todo esto pasó sin
darme cuenta!
Mis ambiciones personales y la rutina diaria poco a poco me alejaron de
Dios, y comencé a descuidar otros aspectos de mi vida. Mi mente y corazón se
estaban llenando de pensamientos y sentimientos que no glorificaban a Dios.
Cuando me di cuenta de ello, no fue fácil volverme a Dios, sabía que tenía que hacerlo, porque
lo necesitaba, pero tuve que armarme de valor para hacerlo, pues era reconocer
que estaba pecando por no haberle dado a Dios el lugar que se merece en mi
vida.
Puede ser que en este momento tú estés pasando por circunstancias que te
han hecho alejarte de Dios, puede ser que hayas caído en el pecado de la
autosuficiencia, estés en medio de una relación que no glorifica a Dios o
simplemente has dejado que la rutina enfrié tu relación con Dios; cual sea tu
situación, pero si ya no sientes placer de leer su Palabra, si no puedes
concentrarte al orar o sientes que tus oraciones no están siendo bien
recibidas, tienes que evaluar qué es lo que está pasando dentro de ti. Dios
está ahí, es el mismo, el problema eres tú. Dios está esperando a que decidas
volverte a él, para sentir paz interna y la confianza que toda la angustia y
aflicción que has sentido se aleje de ti y de tu hogar. No es que ya no habrá
problemas, la diferencia es que ya no los enfrentarás sola, sino que podrás
estar confiada en que tu vida y tu hogar están cimentados en Dios la Roca de
salvación. “Dijo: «Jehová es mi roca, mi
fortaleza y mi libertador; Mi Dios, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo y
el fuerte de mi salvación, mi alto refugio, mi salvador.” 2Samuel 22:2,3
Para meditar:
¿Te has sentido lejos de Dios últimamente?
¿Te cuesta trabajo apartar un tiempo para estar a solas con él?
¿No sientes deseos de leer la Biblia y no puedes concentrarte en las
oraciones?
Oración:
Señor, gracias te doy por
estar para mí siempre, por ser el mismo y amarme aunque no lo merezca, ayúdame a
buscarte, dame sed de ti y de tu palabra, quita de mi vida todo obstáculo que
me impida estar cerca de ti.
Comentarios
Publicar un comentario