Job 11: Cambio de actitud



Las heridas del pobre Job están sangrando, pero ninguno de sus amigos echa en ellas aceite ni bálsamo. Zofar, echa en ellas tanto vinagre como los dos anteriores. Aquí vemos una vez más el cuadro de un hombre destruido tanto internamente como en su físico por las desgracias y la enfermedad, y que encima tiene que soportar las impertinencias de sus amigos, quienes en lugar de alentarlo lo acusan de ser culpable de todo lo que le está pasando. Hoy le ha tocado en turno al tercer amigo. El discurso de Zofar se divide en tres etapas:

I.          Acusa a Job de Charlatán (v. 1-4)
II.         Apela a Dios para que convenza a Job (v. 5)
1.         De sabiduría infalible y su justicia insobornable (v. 6)
2.         De sus inescrutables perfecciones (vs. 7-9)
3.         De su soberanía incontestable y de su poder incontrolable (v. 10)
4.         Del conocimiento que tiene de los hombres (vs. 11,12)
III.        Le asegura que si se arrepiente y se reforma (vs. 13,14) Dios le restaurará a su anterior prosperidad (vs. 15-19); pero si es un malvado en vano se puede esperar de Dios tal favor.
En los versículos en los que enfoqué mi estudio (vs. 13-15), Zofar como lo hizo Elifaz y como también lo hizo Bildad, alienta a Job a esperar que los tiempos mejoren si cambia de actitud

Si tú dispones tu corazón,
y tiendes hacia Dios las manos;
si alguna iniquidad hay en tus manos, pero la apartas de ti,
y no consientes que en tu casa more la injusticia,
entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,
serás fuerte y nada temerás.
Job 11:13-15

Ahora, no todo es negativo, en los versículos 13 y 14, Zofar le da un buen consejo a Job, quien debe autoevaluarse, cambiar de actitud y corregir lo malo, ya antes Elifaz había aconsejado a Job “Ciertamente yo buscaría a Dios y le encomendaría mi causa” (5:8) y también Bildad “Si tú desde temprano buscas a Dios y ruegas al Todopoderoso” (8:5).

Zofar le dice a Job lo que debe hacer:
1- Debe dirigir su corazón a Dios y extender a Él sus manos en oración humilde y confiada. (v. 13)
2- Debe  sacar de su mente y corazón toda maldad (v. 14) para poder orar con confianza. Job había orado, pero Zofar le anima a que ore de mejor manera, no como quien apela, sino como quien suplica humildemente.
3- También Así mismo ha de procurar que no more en su casa la injusticia: que todo lo que no sea recto en su casa sea reformado.

En el versículo 15 encontramos el resultado de cumplir con el consejo. “Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, etc”. Podrá Job acercarse confiadamente al trono de la gracia, no con temor  como lo había expresado anteriormente (9:34)

Tomando el consejo de Zofar debemos reconocer que es importante el hacer un autoexamen de nuestras vidas y evaluar en qué áreas podemos estar fallando. Hay una instrucción en estos versículos y es el hecho de que debemos cambiar la mentalidad con respecto a aquello que es necesario modificar en nuestras vidas  y dirigirnos a Dios con el corazón, con nuestras manos alzadas, en  confianza y actitud humilde.

Debemos evaluar la forma en que nos dirigimos a Dios ¿Son nuestras oraciones más un reclamo, una demanda, un intento de justificarnos ante él? O ¿nuestras oraciones son un clamor humilde?
¿Estamos dispuestas a despojarnos de toda maldad o queremos seguir cargando aquellas muletillas que entorpecen nuestras oraciones? 

Es necesario que evaluemos como estamos llevando nuestro hogar, desde el rol que estamos desempeñando como esposas, madres, hijas, hermanas, y tomar la firme decisión de corregir todo lo que no sea recto. ¿Estamos tratando a alguien injustamente en nuestra familia? ¿Hay preferencias? ¿Hay falta de respeto? ¿Fallamos en la comunicación?, etc.

¿Cuál es el ánimo que recibimos de Dios hoy? Si corregimos aquellos aspectos de nuestra vida en los que hemos determinado que estamos fallando,   podremos acercarnos confiadamente al trono de la gracia, no con temor.
Oración:
Señor te pido perdón por ese aspecto de mi vida que no he querido rendir a ti, ayúdame a cambiar mi mentalidad sobre ello y  corregir; humildemente te suplico que escuches mis oraciones y fortalezcas mi confianza en ti, libérame de todas aquellas cosas negativas de mi vida y  carácter que entorpezcan mi relación contigo y mi familia. Te adoro por la confianza que tú me brindas para que venga a ti.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Job 28: Temer a Dios

Job 39: La sabiduría de Dios y su poder dador de vida

Job 40: La lección del hipopótamo