Job 1: Adoración en medio del dolor
“Entonces Job se levantó rasgó su
manto y se rasuró la cabeza, luego postrado en tierra, adoró y dijo:
Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré allá. Jehová dio y
Jehová quitó ¡Bendito sea el nombre de Jehová!
En todo esto no pecó Job ni atribuyó
a Dios despropósito alguno”.
Job 1: 20-22
Job acaba de recibir malas noticias, entre ellas, la más dura de
enfrentar la pérdida de sus seres queridos, todos sus hijos habían muerto. Y de
esta manera, un hombre que en un momento tenía todo cuanto cualquier otro
podría desear, en otro momento estaba completamente arruinado y emocionalmente
destruido.
¿Cómo reacciona este hombre ante tan terribles circunstancias? Cumple
con la costumbre de hacer duelo pero en medio del dolor que sienta postrado en
tierra y comienza a adorar a Dios.
En ningún momento Job busca culpables, no se resiente; pudo haberle reclamado “¡¿Por qué permites que me pase esto si soy
una buena persona?! ¿¡Si siempre te he
rendido ofrendas?!. Pero en cambio lo que hace es simplemente aceptar la
voluntad de Jehová para su vida mostrándose humilde ante su soberanía.
Muchas veces cuando atravesamos situaciones difíciles en nuestra vida,
cometemos el error de cuestionar “por qué Dios permite que me suceda esto a mí”
cuando lo que nos enseñan estos versos es que la actitud correcta que debemos
tomar ante el sufrimiento es la
adoración.
Así que, cada vez que pase por situaciones difíciles, lo que debo hacer es reconocer que Dios es soberano, todo lo que soy y poseo es por causa de
Él, por lo tanto lo que a mí me toca es
adorar.
Oración:
Señor te
adoro porque reconozco que eres soberano, eres el dueño de mi vida, tú eres
bueno y justo por lo tanto aún en medio de mi tristeza y dolor tú tienes el
control.
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