Job 5: ¿Prueba o castigo?



Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige; por tanto no desprecies la reprensión del Todopoderoso.
Porque él es quien hace la herida, pero él la venda; él golpea, pero sus manos curan.
Job 5:17-18

Dios nos corrige cuando lo necesitamos. Somos afortunadas y debe ser causa de felicidad el ser instruida por Dios, (Salmo 94:12) pues significa que nos está tratando como a  hijas amadas (Proverbios 3: 11-12)

El entendimiento de esta verdad debe llevarnos a  atender la corrección de Dios. Lo que Cristo espera de nosotras es que con la disciplina del Padre  cambiemos todas  aquellas cosas que afectan una o varias áreas de nuestra vida en las que estamos fallando y que nuestros pensamientos, palabras y acciones estén siempre glorificando su nombre.

En este capítulo, los tres amigos de Job comparten la doctrina de la recompensa en esta vida asegurada a los justos, y aunque Job lo rechaza por estar mal aplicada en su caso, debemos reconocer que a veces necesitamos ser corregidas por Dios, y es verdad que Dios disciplina a sus hijos  como un padre amoroso pero también él mismo se encarga de sanar nuestro dolor.

Oración:
Señor te adoro por tu corrección oportuna, ayúdame a corregir aquellos aspectos de mi vida que me hacen alejarme del propósito que tú tienes para mí

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