La Oración (Artículo)
¿Si alguien te
preguntara qué es la oración cuál sería tu respuesta? Probablemente la
respuesta que vendría a tu mente sería: “Es hablar con Dios”, tal y como nos
enseñaron en la Escuela Dominical cuando éramos niños, y es una manera simple
de definirla.
En el Nuevo
Diccionario Ilustrado de la Biblia, se define la oración como dialogo del
hombre con Dios. Es un acto de adoración y comunicación, e incluye la
presentación de nuestros deseos a Dios, en el nombre de Jesucristo y con la
asistencia del Espíritu Santo.
Todo lo que pidáis al Padre en mi
nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pedís en
mi nombre, yo lo haré.
Juan 14:13-14;
De igual manera, el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu,
porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Romanos 8:26-27;
Por nada estéis angustiados, sino
sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias
Filipenses 4:6
Juan Bunyan acerca de
la oración dice: La oración es una ordenanza de Dios para uso tanto
público como privado: más aun, es una ordenanza que pone a los que tienen el
espíritu de súplica en estrecha relación con El; y es asimismo de efectos tan
notables que alcanza de Dios grandes cosas, tanto para una persona que ora como
para aquellos por quienes ora. Por la oración, el cristiano puede, también,
abrir su corazón a Dios como lo haría con un amigo, y obtener de Él un renovado
testimonio de Su amistad. Orar es derramar de modo sincero, consciente y
afectuoso el corazón o alma ante Dios, por medio de Cristo, en el poder y ayuda
del Espíritu Santo, buscando las cosas que Dios ha prometido, o que son
conforme a su Palabra, para bien de la iglesia, con fiel sumisión a Su
voluntad.
Para el verdadero cristiano la oración es de ley porque es por medio de
la oración que intimamos con Dios y los beneficios no son solo para el que ora
sino también hay beneficios para las personas por las cuales oramos.
No podemos cultivar
una verdadera amistad con Dios si no estamos dispuestos a abrir nuestros
corazones ante Él, ¿Cómo cultivamos nuestras amistades? Estando en comunión con
ellas, hablándoles, lo mismo sucede con Dios, la única forma de cultivar
nuestra relación con Él es por medio del estudio de su Palabra y la Oración.
Para ello debemos ser
francas, reflexionar lo que decimos, y me encanta el hecho de que derramemos
nuestro corazón o alma de modo afectuoso ante Dios es decir que Dios espera que
seamos expresivas, que seamos tiernas, por medio de Cristo y en el poder y
ayuda del Espíritu Santo, ya que el Espíritu sabe lo que más nos conviene y
orienta nuestras oraciones y las presenta ante el trono de la Gracia. ¡Que
bendición! Saber que hay alguien que está constantemente intercediendo por
nosotras y que ese alguien es el mismo Espíritu Santo y lo hace con gemidos
inexpresables.
Entonces ¿por qué no
practicar la oración como conviene? Para ser sincera es un enorme reto para mí,
y no dudo que para muchas personas también lo sean, pero si en verdad nos
importa nuestra relación con Dios es un reto que debemos asumir.
Dulce Oración:
Dulce oración dulce oración,
De toda influencia mundanal
Elevas tú mi corazón,
Al tierno Padre celestial.
¡Oh, cuántas veces tuve en ti
Auxilio en ruda tentación,
Y cuantos bienes recibí,
Mediante ti, dulce oración!
Dulce oración, dulce oración,
Al trono excelso de bondad
Tú llevarás mi petición
a Dios que escucha con piedad
Por fe espero recibir
La gran divina bendición,
Y siempre a mi Señor servir
Por tu virtud, dulce oración
Dulce oración, dulce oración
Que aliento y gozo al alma das,
En esta tierra de aflicción
Consuelo siempre me serás
Hasta el momento en que veré
A Cristo en célica mansión,
Entonces me despediré,
Feliz, de ti, dulce oración
(Himno Dulce oración #493 en
himnario Celebremos su Gloria)
Para la elaboración
de este artículo se han tomado las siguientes referencias:
BUNYAN, JUAN 1660 La Oración. [En línea] disponible en: http://www.iglesiareformada.com/Bunyan_Oracion.html [Accesado el 26 de junio de 2016]
CELEBREMOS 1992 Celebremos su Gloria. Libros
Alianza/Celebremos. Impreso en Colombia
NELSO, WILTON M. Y
MAYO, JUAN R. 1998 Nuevo diccionario
ilustrado de la Biblia. Editorial Caribe, impreso en EE.UU. pag. 813
Los textos utilizados
fueron extraídos de La Biblia Versión Reina Valera 1995
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